sábado, 18 de abril de 2015


     MICRORRELATO Nº1

  Corría la noche en la sombría ciudadela, los ímprobos habitantes evitaban la atenebre luz de las escasas farolas e intentaban embaucar a los tontos que no les importaba desperdiciar algunas monedas. Me detuve en un bar y me acomodé en una de sus sillas con un café, cuando, de repente, lo vi, el correveidile que me ayudaría a resolver mi último caso.

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